¿Qué se buscaba con el texto? ¿Cuál fue la experiencia
que se sostuvo al momento de redactarlo? A la primera pregunta, respondemos de
la siguiente manera: “buscábamos lograr dar a conocer el efecto que tiene una
patología como la esquizofrenia sobre los sujetos y en segundo lugar lo que la
terapia ocupacional tiene a su disposición para ofrecer a los usuarios
diagnosticados con esquizofrenia. No será necesario recalcar los múltiples paradigmas que hay tras ellos, pero lo que si es necesario recalcar la
necesidad de dar respuestas satisfactorias a la comunidad sobre ellos. A la
segunda pregunta respondemos lo siguiente: estamos al debe, las disciplinas
concernientes a la medicina han avanzado, pero aún queda por hacer. Por
consiguiente, en el proceso de retroalimentación, estamos conscientes de que
queda mucho aún por hacer, que hay mucho terreno por conocer y caminos que
aplanar en este mundo de la salud mental y en especial en nuestro caso la
esquizofrenia.
Por consiguiente, las propuestas con las cuales buscamos
concluir este trabajo podrían ser diversas y cada una explicada de forma
extensa, pero dado que presentamos la necesidad de hacerlo de manera acotado,
son dos los ejes en los cuales deseamos centrarnos.
El primero de ellos es en torno a la preparación de la
comunidad, a esto podríamos objetar ¿Por qué? después de todo no es la
comunidad la que está enferma. Pero respondemos a ese por qué de la siguiente
manera: la situación de discapacidad en sí misma no es el problema, el problema
erradica en un “mundo no preparado”, en sistemas no funcionales ni aptos para
abordar y guiar en su rehabilitación a personas en esta situación, por lo
tanto, se hace imperante que nuestras comunidades cuenten con la suficiente
información, con las herramientas precisas, y con el deseo intrínseco de ser
partes de una manera efectiva de trabajar en la rehabilitación, reinserción y
tratamiento de personas diagnosticadas con esquizofrenia. Necesitamos que las
nuevas generaciones no apunten con el dedo señalando “mira el loco”,
necesitamos una población consciente de la diversidad y de una diversidad
correctamente entendida. Se debe
informar a la población de que, si bien no existe una cura para este trastorno,
los sujetos bajo terapia si son capaces de ser estabilizados y de realizar sus
actividades de autocuidado, cambiando el paradigma de la institucionalización
de los sujetos a una vida en comunidad.
En segundo lugar, necesitamos recursos, los
suficientes para implementar mejores terapias, con calidad suficiente para ofrecer
a los usuarios un proceso de calidad. El sistema de salud público, necesita de
forma urgente una fuerte alza en su presupuesto y el área de la salud mental de
forma indudable se verá beneficiado en eso. El estado debe entender que el
antiguo paradigma de la “institucionalización de los locos” en el siglo XXI no
es la solución. Debemos observar a los que han avanzado en esta temática, los
hospitales de día deben y necesitan contar con mejores ingresos, los
profesionales deben estar capacitados para atender y deben asumir esa responsabilidad
que les corresponde.
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